Nos habíamos guardado un día mas antes de viajar a
Tokyo y teníamos bastante claro el destino, aunque nos quedaba un poco a
contramano con nuestro itinerario, no íbamos a abandonar Japón sin conocer Hiroshima. (Claro que viajando en los
trenes de alta velocidad no hay mucho de
que quejarse que digamos)
Llegamos a Hiroshima y dejamos lo mejor para el final,
así que empezamos por la isla llamada
Miyajima, o "la isla de los templos", una pequeña isla que está
a 20 minutos de ferry de Hiroshima y que
posee uno de los 3 iconos mas importantes de Japón, el Ô-Torii, o Torii flotante, una puerta en
el medio del mar que es el ingreso al templo de Itsukushima-jinja. Se dice que
esta puerta es de la atracciones turísticas mas fotografiadas de Japón y por lo
que pudimos ver en terreno, parece que sí!!!! Y bue, si no puedes contra ellos
úneteles, así que acá va nuestra foto al mejor estilo Japonés!!
A metros de allí existe el Llamado Parque de la
Memoria, con un monumento en homenaje a todos los muertos por consecuencia de la bomba y donde todos los años se conmemora la fecha y hora de la explosión en un acto a
favor del desarme atómico.
En el camino entre el Dome y el Parque de la memoria existe
el “Children Peace Monument” en homenaje
a todos los niños que murieron en la catástrofe, vela por la paz mundial y su construcción está inspirada en Sadako
Sasaki, una niña que a los dos años sobrevivió a la explosión y que 10 años después murió de leucemia a casusa de los
efectos de haber estado expuesta a la radiación de la bomba atómica.
Sasaki sabía que plegar grullas no era tan fácil como
parecía, pero en los días siguientes, convencida que si lograba plegar
1.000 grullas de papel los dioses la curarían, Sadako empezó a plegar tantas
como podía, llenando la habitación del hospital e incitando a otros
chicos con leucemia a que hicieran lo mismo… Sadako Sasaki sólo logró plegar 644 grullas antes de
morir el 25 de octubre de 1955.
Como ella murió sin poder cumplir ese deseo, sus compañeros
de escuela decidieron seguir con su
objetivo y tras haber recibido ayuda de
más de 3200 escuelas japonesas y de 6 países extranjeros en 1958 construyeron
este monumento con Sadako sosteniendo
una grulla dorada en su mano, la escritura en la base de la estatua reza: “Éste
es nuestro grito, ésta es nuestra plegaria; paz en el mundo.”. Todavía en la actualidad siguen recibiendo donaciones
y centenares de pequeños pájaros de papel
desde todo el mundo que se muestran en las fotos.
Finalmente esta especie de corredor de la memoria,
termina en Hiroshima Peace Memorial Museum. Cómo describírselos... vendría a
ser algo entre conmovedor y devastador… El Museo exhibe todo tipo de objetos
recolectados luego de aquel 6 de Agosto de 1945 a las 8:15 AM, fotos de tan solo horas después de la
explosión con sobrevivientes caminando con la piel derretida colgando de los
brazos, testimonios de algunas personas que estando a metros del epicentro
lograron volver a sus hogares para morir horas mas tarde, fotos de las
mutaciones generadas por la radiación tanto en quienes estuvieron expuestos
como también en las generaciones posteriores y no faltaban las maquetas con el
antes y después de la ciudad….
Es imposible sentirse indiferente al leer los relatos
de la gente y como perdieron a sus seres más queridos, las lesiones que les
produjo la bomba, ver como quedaron sus pertenencias de aquel día, las fotos de
la devastación que produjo en la ciudad y otra cantidad de cosas que te
impactan muchísimo.
El objetivo del museo es a la unión mundial contra el
desarme nuclear, y concientizar a todos los que pasan por ahí del alcance de
este tipo de armas. Sabían, por ejemplo, que los diferentes alcaldes de
Hiroshima desde 1945 a la fecha envían
una carta al presidente de cada país que
realiza alguna prueba con armas
nucleares? Y están todas exhibidas en el museo ¡!!
En todo momento te hacen saber que están en contra de
las armas de destrucción masiva y lo que
quieren es utilizar su ejemplo para demostrar todo lo malo que producen. De
hecho dicen que no dejarán de enviar esas cartas y realizar protestas hasta que
no sea desarmada la última arma de destrucción masiva en el mundo.
Hoy Hiroshima es una ciudad prospera con una población
aun mucho mayor de la que había antes de la explosión. Llena de verde, plazas y
monumentos y en cada esquina se respira la fuerza que pusieron para salir
adelante, reconstruirse, dejar atrás el pasado y la catástrofe, pero también
manteniéndolo lo sufrientemente presente para que no vuelva a suceder.
Un ejemplo de la fuerza y el poder del hombre en todos
sus sentidos… haber estado por acá fue una experiencia que nos pegó mucho y que
deja imágenes difíciles de borrar...
Horas después ya estábamos en el tren volviendo a
Kyoto y de ahí a descansar porque al día siguiente tempranito salíamos para Tokyo
en un Shinkansen. En el viaje nos
regalo una última imagen, el Monte Fuji todo nevado, un buen final para un día
que había sido algo mas que duro.
Hermoso relato! Los queremos y extrañamos mucho!
ResponderEliminarMagistralmente trabajado. Felicitaciones. El artículo realmente se hace sentir. Ahora espero poder ir yo mismo, algún día. Gracias.
ResponderEliminarfuck !
ResponderEliminar