Pukhet, Ko Phi Phi y Koh Lanta – Golfo Oeste de Tailandia

Un día de descanso para recuperarnos de la fiesta (estamos fuera de estado de este tipo de noches largas ¡!!!), y nos tomamos un ferry mas dos buses para llegar a nuestro nuevo destino Koh Lanta.

Bue, ya con enumeración de transportes se habrán imaginado lo cómodo, confortable y ameno del viaje…  la distancia no es mucha, pero el viaje se hizo interminable, todo gracias a los tejes y manejes de la Cia de transporte que te iba agrupando con otras personas que no sabemos ni de dónde venían pero traían la misma cara de fastidio que nosotros!!!

Bien después de todo este esfuerzo llegamos a nuestra nueva isla Koh Lanta… tiramos todo en el hotel y salimos corriendo para la playa y … y .. y que decepción!!!! Otra playa en la que no te podes meter, no podes nadar y aca ni siquiera teníamos espacio para tirarnos por ahí…  

La isla venia bastante recomendada por la Lonely, nosotros la investigamos, la recorrimos en moto de punta a punta, pero no le agarramos mucho la onda… quizás estaba media abandonada por ser temporada baja, quizás en otro momento del año el mar esta mas crecido y las playas tienen mas onda… pero si a esto le sumamos que muchos restaurantes y negocios estaban cerrados, la isla mas que en temporada baja,  parecía media desierta ¡!!!

Lo único que encontramos en nuestra vuelta a la isla en moto, (además de playas desiertas sin mar) fue una especie de parque nacional que hay en  el norte de la Isla  donde vimos unos simpáticos monos que se subieron a nuestra moto (te roban todo lo que dejes a mano ¡!!!).

Por suerte esta era una parada cortita antes de nuestro destino principal en estos lados de Tailandia… Un nuevo ferry y llegamos a Koh Phi Phi, la famosa isla donde se filmó la película “La Playa” de Leonardo Di Caprio.

Después de acomodarnos en el hotel (que tiene unas vistas espectaculares por estar en lo alto de una colina), nos fuimos a conocer  el centro de la isla, donde existen unas pequeñas callecitas llenas de bares, restaurantes y cafés que la hacen  súper simpática.

Si están pensando en ir a Phi Phi Island, lo importante es que tengan claro que al igual que la mayoría de las islas de Tailandia las playas no son muy aptas para el baño… En particular, Phi Phi, está dividida como en tres grandes zonas. 

Por un lado, la costanera con las playas que dan al muelle donde llegan todas la embarcaciones, que mas que nada tiene algunos restaurantes, bares y localcitos para comprar cosas, pero que obviamente no es muy linda para tirarse a hacer playa y meterse al mar. 

Por otro lado, justo atravesando las 6 o 7 cuadras de ancho que tiene en esa parte la isla, esta la playa mas backpacker, con muchos barcitos sobre la arena y cerca de la mayoría de los hostel, esta playa es mas linda para pasar el día y es la que se pone a la noche, pero sigue sin ser gran cosa para bañarte en el mar. 

Y finalmente hacia el norte de la isla, esta long beach, que es la única playa con olas y linda para pasar un día entero entrando y saliendo del agua. El detalle es que salvo que estés parando ahí, para llegar a long beach, tenes que pagar o bien un taxi boat que te lleve o hacer una linda caminata de cómo 25/30 minutos por unos senderos que van atravesando algo así como un morro.   

Otra cosa súper característica de este país que es un fuerte olor a cloaca siempre y a toda hora, estés donde estés. Uno se termina acostumbrando, pero junto con sus particularidades para el arte culinario (comer cualquier cosa y en cualquier lugar) son dos de las características cotidianas que nos harán acordar siempre  este país.

Y la playa de Di Caprio??? Bueno, esta Phi Phi, pero no está en Phi Phi… Esto es así, Phi Phi está compuesto por dos islas, una habitada y la otra que está a un rato de bote que es reserva natural y solo se pude ir por el día. 

 

Así que uno de los días nos alquilamos un bote, junto con otros argentinos que fuimos conociendo en el camino, y nos fuimos a conocer Maya Bay, la playa de la película y que tal como en la pantalla grande:  es simplemente paradisíaca!!!.

Estuvimos todo el día tirados panza arriba disfrutando de sus increíbles vistas y  de la temperatura y color del agua. 

Aprovechamos para sacarnos unas cuantas fotos y  para tomar unos ricos mates con los compatriotas en la playa. 

Al regreso paramos para ver el atardecer en el mar desde arriba del bote que fue un lindo broche para un día exquisito.

Por las noches siempre aprovechamos para salir a cenar, especialmente un restaurant llamado Cosmic, donde hacían una comida increíble!!! (dato que nos habían pasado otras argentinas que también encontramos por allá) y después de la cena la infaltable cervecita mirando los shows de fuegos en la playa y hasta aprovechamos para ver una  pelea de boxeo Thai en un pub que tiene un ring, muy divertido !!!.

Una mañana nos levantamos temprano para ir a hacer unos buceos a los que si bien no les teníamos mucha fe, nos encantaron. Fueron muy cerca de Maya Bay y  la visibilidad y los peces que vimos fueron realmente muy lindos. Al regreso desde el barco pudimos ver la Maya Viking Cave y la Monkey Island.

 

Sin dudas Phi Phi es la playa para ir de Tailandia!!!

Después de varios días más de relajo total, subimos a un barquito que nos llevo hasta nuestro nuevo destino, Pukhet.

EL viaje no fue muy divertido que digamos porque había una tormenta bastante fuerte y el barco no paro de moverse ni un segundo, a los 2 minutos de salir, la tripulación entro a repartirnos bolsitas para vomitar a todos, y los tumbos que iba dando ese bote de madera y la cantidad de agua que entraba, mas los saltos y sacudones hicieron del viaje un momento nada lindo… aunque una que todos conocemos bien se esforzó tanto por relajarse y hacer de cuenta que estaba en otro lado que en el medio de una  tormenta, se quedo completamente dormida… En fin, finalmente llegamos sanos y salvos y nos bajamos corriendo a pisar tierra firme.

Una vez en Pukhet, después de otro largo viaje en minibús, llegamos a nuestro hotel que se encontraba en  Kata Beach y que fue uno de los mas lindos en los que paramos en Tailandia, y en gran parte del viaje, súper recomendable, se llama Tropical Resort Pukhet, de tropical no tiene nada, pero es barato, bueno y mas que bonito!!!.

La playa es realmente linda, mucha arena,  buenas olas y la temperatura perfecta!!! Las tablas de surf están sembradas por toda la playa, así no pasaron un par de minutos hasta Gabriel apareció con la suya bajo el brazo y entro decido al mar a intentar surfear un par de olas y si, como siempre decimos lo importante es la actitud… pararse o no es un detalle sin importancia, no???!!!

Si bien Pukhet es enorme, nuestro hotelito estaba tan lindo y Kata el barrio donde estábamos también, que esta vez nos dio mucha fiaca alquilar la moto para darle vuelta a la isla, así que nos quedamos recorriendo las pequeñas calles de nuestro vecindario, y  aprovechamos para tener unas ricas cenas , donde nos dimos hasta el gusto de tomar una cervezas a la luz de la luna con un Elvis Tailandés que cantaba en el bar de al lado de nuestro hotel!!! (imperdibleeeeeeee, era un Elvis de un 1.50mt, que pesaría 40 kg, todo encuerado, pero mucha mucha actitud!!!)

 

 

Así entre días de sol, nublados y lluvia terminamos nuestra estadía en las playas tailandesas y nos tomamos un nuevo avión para volver a la ciudad que utilizamos de hub en todo el sudeste asiático, Bangkok.

En nuestra primer parada en esta ciudad ya habíamos visitado el Wat Phra Kaew o Wat Pho and Grand Palace que tiene como su atracción más importante el esmerald buda y todas la pequeñas callecitas que se encuentran a su alrededor que forman el Amulet Market  y el famoso Sanam Luang que es todo el hermoso y muy cuidado parque que rodea el gran palacio. 

Entonces  ahora pasamos a conocer  el Wat Arun  que es un  templo ancestral con una torre muy alta  y empinada  que pese al calor nos animamos  a subir y desde la cual se tienen unas vistas muy lindas de la ciudad.

 

Después nos tomamos un nuevo Tuk-Tuk y pasamos por un shopping (no hicimos muchas compras pero nos entretuvimos con la infinita cantidad de japoneses comprando lo que se les cruzaba por delante) y  después nos fuimos a caminar por una zona céntrica que nos faltaba visitar para terminar cenando en el Hard Rock Café  nuestro siempre bien ponderado Jumbo Combo con cerveza.

 

Al finalizar el día llegamos al hotel Inn Saladeng en el cual siempre nos trataron de maravilla y después de una pequeña y emotiva despedida,  organizamos las valijas para salir al aeropuerto y enfrentar nuestro próximo destino, India.