Nos tomamos el barquito en el puerto de Townsville y en 20 minutos ya estábamos en Magnetic Island. Esta es muy chiquita, bien rustica, y solo tiene un par de calles asfaltadas que atraviesan la isla. No hay camping con lo cual tuvimos que dejar la casa rodante en la ciudad y reservarnos dos noches en un hotel frente a una de las cuatro playas principales. La isla se recorre muy fácil en bus, sacas el pase diario y vas de playa en playa.
Muy lindos paisajes, cada playita tiene alguna característica especial. Por suerte la isla estaba media desierta porque es temporada baja, la parte mala fue que muchos lugares estaban cerrados, pero la parte buena es que pudimos conocer toda la isla y aprovechar a full y prácticamente solo para nosotros sus playas y el sol, obviamente todas decoradas con su corral de flotadores blancos anti aguas vivas.
Muy lindos paisajes, cada playita tiene alguna característica especial. Por suerte la isla estaba media desierta porque es temporada baja, la parte mala fue que muchos lugares estaban cerrados, pero la parte buena es que pudimos conocer toda la isla y aprovechar a full y prácticamente solo para nosotros sus playas y el sol, obviamente todas decoradas con su corral de flotadores blancos anti aguas vivas.
El tercer día teníamos el plato principal para lo que habíamos ido hasta allá que era ir a hacer uno de los buceos que está catalogado como entre los 10 mejores del mundo. Es un buceo a 30 metros de profundidad en plena alta mar, en un barco llamado S.S. Yongala que se hundió en 1911, si ya hace 101 años! Durante ese tiempo el barco se fue trasformando en un gran reef de coral y por ende está poblado de todo tipo de peces y por poblado queremos decir POOOBLAAADOOO!!! Fue increíble poder hacer el buceo en el naufragio, si bien las condiciones estaban un poco desfavorables por una corriente demasiado fuerte, gracias a Dios fuimos dos y volvimos dos … aunque en mas de una oportunidad parecía que la corriente nos llevaba antes de poder siquiera llegar al barco!! Si dudas fue un buceo memorable.
A la vuelta del buceo nos tocó un rato de manejo hasta Airlie Beach, una pequeña ciudad costera que lo mejor que tiene es una piscina increíble al lado del mar. Y si, una vez mas, como otras ciudades, como no te podés meter al mar tiene una terrible pileta, rodeada de arena y palmeras como si fuera la mejor playa del Caribe, que decirles.. fue un día de puro relajo al sol, para mas info les dejamos las fotos…
Después de unas horas en la playa, la excursión siguió recorriendo las otras islas y nos llevo a hacer snorkeling a un pequeño reef de coral donde nos dimos el gusto de nadar y ver a las tortugas marinas (que se nos venían negando ¡!!!!). Si bien la visibilidad no era súper buena pudimos verlas y nadar junto a ellas un buen rato.
Después de una pequeña siesta al regreso de ver los canguros, desayunamos y tomamos ruta para manejar cerca de 800 kilómetros hasta un lugar donde hicimos noche para al día siguiente llegar a Rainbow Beach.
Una ciudad con playas muy lindas y tranquilas donde aprovechamos otro día de sol para relajarnos ya que nuestro camping quedaba frente. Ese mismo día contratamos la excursión para el día siguiente aventurarnos hacia Fraser Island.
A ver como contarles esta excursión a la tercer y ultima isla que visitamos de Australia…. El tour consiste en que te subís a unos camiones cuatro por cuatro que cruzan en algo parecido a un ferry miniatura (que gracias a dios flota) a la que los australianos llaman la Isla de arena más grande del mundo.
Si, es toda de arena aunque obviamente tiene unos bosques de vegetación súper tupida dentro de ella. Conocimos el Lago Macquenzie en el medio de la isla, con un agua cristalina y turquesa espectacular y luego recorrimos durante todo el día la isla arriba del camión (que no saben lo que saltaba!!!! Todavía estamos buscando los riñones que perdimos a los 5 minutos de excursión) , pasando por diferentes playas, barcos naufragados que quedaron en la playa de la isla y algunas otros arroyitos y riachos …..
Resumámoslo así … el paseo muy lindo al comienzo, hasta con algo de adrenalina, pero se te pasa a los minutos de estar en la isla … estar todo el día en el camión fue demasiado, el calor se los regalamos y lo que seguro era lo mas grande del mundo era el tamaño de los mosquitos y tábanos que nos picaban cada vez que nos bajamos en algún punto de la isla. Buenas placas y paisajes pero ambos coincidimos que de todas las excursiones que hicimos esta sin dudas fue la peor.
Al día siguiente nuevamente en la ruta para conocer Brisbane e intentar sacar la visa para la India (esta es una de las tareas que nos toca hacer durante el viaje porque al ser tan largo no podés sacar las visas con tanta anticipación entonces algunas si ó si tenés que tramitarlas durante el recorrido) pero fracasamos porque los tiempos del tramite eran demasiado largos y no daban los días que nos quedaban en Australia. Entonces aprovechamos para recorrer Brisbane (una de las grandes ciudades de Australia) que sinceramente nos encantó.
Recorrimos el South Bank donde está lleno de restaurantes y con una pileta/playa a orillas del río que es muy linda. Luego nos subimos al ferry para pasar por debajo del puente histórico y luego recorrer toda la ciudad por el rio que la corta casi de punta a punta. De un lado es una especie de microcentro muy moderno con grandes edificios y zona de oficinas y del otro la zona residencial, con edificios y casitas muy pintorescas.
Despues de la cervecita de rigor, acompañada con algo de comer, agarramos ruta rumbo a la ciudad donde ibamos a dormir. Surfers Paradise ... que decirles... Magestuoso!!! playas soñadas, una costanera hecha a pleno y mucha onda por todos lados!!!!
Nuevamente arriba de la campervan para manejar hasta Nimbin, una ciudad hippie en medio de las montanas que la Lonely recomienda pasar a conocer y allá fuimos.
Es algo que intenta ser una pequeña ciudad con un centrito de dos o tres cuadras con negocios que venden hierbas de todo tipo (había yerba Taragui !!!), libros, elementos esotéricos y algunas cosas que vendrían a ser algo así como artesanías, pero sin dudas lo mejor son los personajes y personajotes que habitan ese territorio… por nuestra seguridad no les sacamos fotos, aunque creemos que nunca se hubieran dado cuenta por su estado… Ah !!! y un museo hippie, llamado el museo de la serpiente... una onda y gente muy distinta a la que estamos acostumbrados a ver en Australia.
Después de esta peculiar parada, acompañada de un almuerzo digno…, seguimos camino a Port Stephens en búsqueda de la pesca del blue Marlin y no solo llegamos al punto perfecto de pesca, sino también al momento exacto de la temporada, a tal punto que había lo que le llaman el Grand Slam del Marlin… con lo cual todos los charter de pesca estaban en plena competencia por una semana …. Resultado: nuevamente se nos negó porque la única forma era alquilar un barco solo para nosotros … y bueno… una cosa es irte de sabático y otra es además de no laburar alquilarte un barco para vos solo ….
Descartada la pesca del marlín aprovechamos para conocer bien la zona, almorzar en el waterfront de la ciudad (hacen unos camarones apanados que no saben lo ricos que son ¡!!!), recorrimos sus diferentes playas, buscamos un camping a orillas del mar desde el punto exacto para ver el atardecer y llegada la nochecita nos quedamos tomando unos ricos vinitos acompañados de la infaltable picada y… lo mas importante y plato principal…: Milanesas!!!(si, si, made in la casa rodante y no saben lo ricas que quedaron!!).
Una mañana mas y de nuevo la ruta, esta vez camino hacia las Blue Mountains ya más cerca de Sydney.
Las Blue Mountains están en el parque Nacional que lleva el mismo nombre, y que abarca dos ciudades que están a 15 kilómetros una de otra. Es un cordón montañoso súper alto que forma un importante cañón lleno de miradores para sacar buenas placas y admirar un rato el paisaje. Que decirles… nuestra vieja amiga, la lluvia, nos rastreo hasta encontrarnos y no tuvimos tanta suerte con el tiempo pero pudimos hacer alguna que otra caminata y mirar desde los lookout diferentes paisajes muy indos.
Y así llegamos a nuestro último destino, nuestra última parada en Australia; Sydney.
Después de lo difícil que fue encontrar un camping donde parar (hay solo dos en todo Sydney), estacionamos la campervan y decidimos movernos en bus, tren y ferry por la ciudad (andar en semejante camión en las grandes ciudades no es recomendable para el stress y nuestra salud mental).
Como a los dos siempre nos llamó mucho la atención esta ciudad decidimos dedicarle tres días para caminarla y conocerla lo más posible.
EL primer día pasamos a visitar el Opera, lo primero que nos sorprendió es que nosotros nos lo imaginábamos con sus conocidos techos de un color blanco brillante y mas allá que es increíblemente lindo, sus techos son de color arena, y el edificio en si lejos de ser moderno es más bien ochentoso. Justo frente al opera esta el clásico puente así que aprovechamos para sacamos unas lindas fotos con ambos, caminamos por los Botanic Gardens, subimos a la Torre mas alta con unas vistas muy lindas de toda la ciudad, conocimos el Domo, la catedral de St Mary y varios lugares más. Caminamos y caminamos y caminamos hasta sacarnos las ganas de explorar Sydney y caímos rendidos en el colectivo que nos llevo de vuelta al camping y dignamente gateamos hasta la cama.
El segundo día, como aparentemente no podía ser de otra manera, llovió todo el tiempo, después de llegar al centro de Sydney nos tomamos un ferry que nos llevó al Luna Park (un parque de diversiones) y luego al Darling Harbor donde caminamos bajo la lluvia e hicimos un stop en el Hard Rock para devorar un Jumbo Combo acompañado de cerveza.
Retomamos el ferry hasta Manly Beach (una pequeña ciudad con playa a 40 minutos de Sydney), caminamos las 4 ó 5 cuadras del centro y como no paraba de llover optamos por un rico café en un barcito frente a la playa donde comenzamos a planificar el próximo destino: China.
En el ultimo día, visitamos Bondi Beach que es la playa icono de Sydney, donde tomamos un rato de “sol” (entre nos… estaba bastante nublado pero igual había que aprovechar porque después se nos viene el invierno ¡!!!!) y antes que nos lloviera de nuevo nos fuimos en busca de un car wash para dejar lista la campervan para entregarla al día siguiente …bue el lavadero nunca apareció así que directo al camping para hacerle algo así como una ducha francesa, suficiente para que quedara presentable, y demás cosas de rigor para devolver la casa rodante en condiciones, porque bien tempranito a la mañana siguiente volábamos rumbo China.
Así dejamos Australia, donde recorrimos 9.783 Km (si, un número importante de kilómetros en semejante camión y sin accidentes ni multas !!)
Que decirles de nuestros casi 40 días de Australia… sin dudas primer mundo al 100 %, con todo pensado, tal vez con menos preparación para el turista extranjero (si lo comparamos con New Zealand), un país súper cosmopolita, civilizado, respetuoso, donde las clases sociales conviven en los mismos lugares sin problemas ni restricciones, en definitiva, un lugar espectacular para conocer.
Buenísimo!!!! los seguimos leyendo con ganas. Ya casi pisamos abril, asi que el tiempo corre....disfruten y vivan a 1000 todo lo que encuentren en su camino.
ResponderEliminarLos queremos!
Astrid Cristian e Iván