sábado, 14 de julio de 2012

Laos: Los festejos de Año Nuevo y sus elefantes.





Después de tomarnos un avión en Siem Reph (viajamos por Air Laos….si, si, después de esto no tenemos miedo de volar en ninguna otra aerolínea !!) llegamos a Luanprabang, la ciudad más turística de Laos (que a propósito no es su Capital, que es Vietinae).




Una rápida anécdota es que cuando llegamos al aeropuerto (imagínense una pista de aterrizaje con un pequeño galponcito) nos llamó la atención que había otro avión de la misma aerolínea con un pequeño cordón de gente que formaba como un caminito hacia su escalera (entre ellos mujeres con flores y algún que otro colorido adorno).
Muchos del personal de aeropuerto estaban celular en mano listo para sacar fotos o filmar así que nos quedamos paraditos por ahí para ver quien pasaba. En eso una persona pasó por al lado nuestro, un señor mayor, vestido completamente de un beige caqui, encaro directo  y se metió por el medio del cordón donde iba saludando a todos uno por uno hasta llegar  a las escaleras y se subió al avión.  Obviamente nos llamó la atención entonces apenas ingresamos al pequeño edificio para tramitar la visa y sellar el pasaporte, preguntamos por curiosidad y nos respondieron que ese señor era el Presidente del país que finalizaba su visita a la ciudad…..  ok, después de esa imagen intenten visualizar la dimensión de lo que es Laos!!!



Regresando al relato, la llegada fue un poco húmeda y no particularmente porque estuviera lloviendo… Como les anticipamos en el titulo,  estamos en pleno festejo del Año Nuevo ó lo que aquí le denominan el SONGKRAN (en Thailandia también se lo llama así), lo que se traduce en tres días seguidos de mega carnaval.  Llegamos al hotel por la noche cuando los festejos del segundo día estaban terminando, suficiente para ver la onda que le ponen los lugareños a esta festividad. Mucha agua, pintura, alcohol y música por toda la ciudad!! 





Nuestro hotel quedaba en el medio de una península que forman los ríos Mekong y Nam Khan, a la que denominan Old Quarter y donde están todos los sitios de interés para visitar.  Después de una cena rápida nos fuimos a dormir porque el siguiente iba a ser un día agitado. 





Después de un rico desayuno al lado del río y  bien tempranero, nos subimos a las bicicletas y nos fuimos a recorrer  las atracciones turísticas.  Comenzamos por una pequeña iglesia llamada Wat xieng thong  que es la   joya de Luanprabang  que fue construida en 1560.  Un típico templo muy simple pero súper pintoresco como se puede ver en las fotos.

















Seguimos pedaleando hasta llegar al Haw Kham  o también conocido como el Royal Palace Museum que hasta  1975  fue la casa de los reyes del país y que en esa fecha y por exilio de la familia real por una revolución,  se convirtió en un Museo donde se pueden apreciar muchos objetos de la realeza entre los que se encuentran regalos que les hacían, vestimenta que utilizaban, vajilla, el dormitorio del rey y muchas otras cosas. También y dentro del mismo predio,  hay un muy lindo templo que utilizaba la realeza y del que les dejamos  una imagen.






Al llegar el mediodía, el calor se hacía casi insoportable (cerca de 47 grados!!) y de a poco se comenzó a sentir el clima de festejo del tercer y último día del SONGKRAN.




Sobre la calle principal de las distintas casas, guest houses y negocios iban sacando los parlantes, mangueras, baldes y cualquier otro recipiente que sirviera para recolectar agua. Los mas chiquitos empezaban a aparecer por todos lados con armas de agua y las manos llenas de pintura para marcar al primero que se cruzara!!!













La tradición de estas fiestas populares es tirarse agua unos a otros, como si fuera un gran carnaval.  No hay quien se salve, grandes, chicos, locales, turistas, monjes y hasta las estatuas de budas de los templos son víctimas de los baldazos y marcas de pinturas!!! Mojan a todo el mundo y la ciudad entera participa de los festejos. 





Ahí, a nosotros que el agua, la música y alcohol no nos gusta nada, después de deliberar un largo rato, decidimos ir a dejar nuestras bicicletas al hotel, cambiar la delicada cámara grande por la acuática   y salir con ropa mojable listos para la batalla!!!


 Volvimos justo cuando la calle principal de la ciudad se cerró para que pasara un pequeño desfile con algunas carrosas, todas ellas con motivos religiosos, comenzaron por desfilar sus dioses y demonios representados por distintos tipos de animales, seguidos por una caravana de nenitas con vestidos tradicionales que llevaban todo tipo de ofrendas y terminando en una muy especial donde desfilaban todos los monjes de Luanprabang, de todas las edades que se puedan imaginar con sus característicos atuendos naranjas. 








 
Ya para esta altura las calles estaban abarrotadas de gente completamente enloquecida en una gran batalla en la que las municiones eran el agua y tempera con la que te pintaban de diferentes colores. Obviamente nosotros nos compramos las correspondientes armas y fuimos pare de los festejos.

 


Con los 40 y algo de grados que hacía, el agua  venía muy bien para refrescarse !!!.  De  verdad es difícil poder explicarles lo lindo que la pasamos toda la tarde,  fue de los mejores carnavales en donde nos toco estar a ambos.   Todo servía para tirar agua a los demás, desde un vaso, balde, botella y  pistolas de agua de todos los tamaños.  Jóvenes, niños, viejos,  locales, turistas, todo el mundo con la misma onda de pasarla bien y mojar a todo aquel que pase cerca.  Un detalle no menor es increíble la cantidad de cerveza que se consume en estos días en la ciudad (a última hora se pueden ver cajones y cajones  con botellas  vacías ¡!!!).


Al llegar la tardecita, sobre la calle principal, se arma una caravana interminable de camionetas con tanques llenos de agua, y  las cajas de la camioneta  repletas de gente tirando y recibiendo agua desde todas partes.




La pasamos realmente brillante!!!, Les dejamos mas fotos que representan un poco mejor el espíritu del festejo!!!
















Al día siguiente del festejo (del cual quedamos bastante averiados), nos dimos cuenta que habíamos contratado una excursión para ir a andar en elefante… asique bien tempranito nos pasaron a buscar para llevarnos a unos pocos kilómetros de la ciudad, donde el rio y la selva ya se apoderan del paisaje.















Al rato de comenzar el paseo en el “pequeño” animalito,  nuestro “chofer” se bajo del cuello del elefante, nos pidió la cámara y le dijo a Gabriel que se hiciera cargo de manejarlo que él nos sacaba fotos…



Obviamente Martinez es un experto conductor de elefantes, así que íbamos muy tranquilos mientras el elefante subía la montaña, cruzaba ríos y paseaba por el medio de la selva. Ni decir que contábamos con la ayuda de nuestro amigo, que con cara de enojado lo miraba y se le hacía el ofendido cuando el elefante no caminaba, lo retaba un poco  y el  animal volvía a caminar manso y tranquilo. Impagable ver como ese hombrecito manejaba el animal!!! Ni palos, ni pinches, ni nada por el estilo!!! Le lanzaba una amenaza al mejor estilo “vas a ver cuando vuelva tu padre” y el elefante acataba enseguida!!! 


 



















Parece que lo que habíamos contratado no terminaba ahí… Después de la muy linda experiencia y el grato paseo, nos dijeron que nos sacáramos todo lo que se moje que se venía la segunda parte… Ahí nos cambiaron de Elefante, uno para cada uno y esta vez montados a pelo  para darnos un baño junto a ellos en el río.





















Que les podemos contar….. nosotros subidos a un elefante  que se metió en el río con el agua hasta más la mitad de su cuerpo (en realidad a cada uno le dieron un elefante de su tamaño, así que al de solcito le llegaba el agua hasta la nuca), que tomaba agua con su trompa y después nos la tiraba mojándonos de arriba abajo, fue súper divertido y obviamente terminamos empapados de pies a cabeza.















Que decirles…en dos días, Luanprabang esta ranqueando alto entre las mejores experiencias de lo que va del viaje!!! Pero como todavía quedaba mas, a la vuelta de la excursión agarramos de vuelta las bicicletas y nos fuimos a recorrer uno de los templos que nos faltaba, llamado Phu SI, que fue  construido en 1395 en una pequeña montaña  que hay en el centro de la ciudad a más de 100 metros de altura.  Obviamente que la cantidad de escalones que había que subir no era poca cosa, pero las vistas de la ciudad y el pequeño templo  (muy utilizado por los monjes locales) valieron la pena.













Aprovechamos para dar otro paseo por las pintorescas calles de la ciudad, visitamos otros pequeños templos llamados Wat Wisunalat y Wat Xieng Muan  y después de una rica pizza nos fuimos al sobre.

Al día siguiente tristemente llegaba el momento de la partida!!! Que pocas ganas de irnos de Laos!!! Luanprabang es una ciudad de ensueño, bordeada por el rio Mekong y sembrada de templos, con monjes apareciendo por todos lados dándole una onda única a la ciudad.





Ni que hablar de un festejo de año nuevo inolvidable en pleno abril, su gente increíblemente amable y atenta y nuestro magnifico paseo en elefante!!!
Gracias Laos por 2 días Memorables!!!

 


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