lunes, 6 de febrero de 2012

Los Canguros y el tenis nos dieron la bienvenida….

  Y como la vuelta al mundo tiene que seguir, 4 horitas de vuelo hacia el oeste, otro aeropuerto mas, esta vez para llegar a la tierra de los canguros.  En cuanto pusimos los pies en el aeropuerto de Sydney, previo paso por el dutty free donde sumamos un nuevo compañero de viaje … un flamante GPS, nos fuimos a buscar nuestra nueva campervan.
 
Como no podía ser de otra manera, la primer sorpresa estaba esperando por nosotros… de la mega combi con cama y mesa en el mismo metro cuadro que fuimos a buscar salimos con un terrible camión para cuatro personas… jejej si, así no mas, sin  siquiera pedirlo un upgrade nos estaba esperando!!! Al parecer como no tenían disponibilidad de la casa rodante que habíamos alquilado (con mas de tres meses de anticipación) nos dieron por los casi 50 días que vamos a estar acá una tres modelos mas arriba …. Algo muy extraño para el chico del mostrador que nos hacia los papeles que miro todo como 20 veces … claro que el no sabe que nuestro angelito se vino de sabático y  le gusta pasarla bien J!

 Si, si, ahora estamos en un departamento de dos ambientes con terraza que se mueve para todos lados, ya no es necesario desarmar la cama todos los días porque nos sobra espacio por todos lados !!!!! El lado “b” de esto sería contarles lo que es intentar manejar un camión que mide mas de 3 metros y medio de alto !!!!!  
Pero … como dicen por ahí, una de cal y una de arena (aunque nunca supimos cual es la buena y cuál es la mala, en fin…), parece que nuestra compañera del último mes nos venía siguiendo en el avión … la lluvia y nosotros un solo corazón… no logramos perderla por ningún lado y Australia no fue la excepción!!
Una vez sentados en la campervan (todavía no la bautizamos, con lo cual se aceptan sugerencias) y habiendo visto que iba a llover en Sydney y sus alrededores durante toda la siguiente semana, pensamos All-inisticamente  y cambiamos rumbo hacia el Australian Open, Melbourne (donde, casualmente, si había sol!!!!). Y bue… si bien nos fijamos en internet y no quedaban entradas porque ya se estaban jugando los cuartos de final y las semifinales, nada nos detuvo, agarramos ruta y manejamos alrededor de 1000 kilómetros  para llegar en el momento exacto que empezaba el último partido de los cuartos de final entre Novak Djokovic y David Ferrer.
Ok, ahora primer objetivo, el mostrador de booking e información de entradas … mmmm no, no hay entradas… pregunten en aquel mostrador de venta de entradas …, segundo intento mmmm no, no hay entradas pero si quieren les podemos vender las entradas para que ingresen al complejo y lo vean en las pantallas gigantes… cuál es la respuesta All-inistica para un caso así? Claro que si, dame esas entradas!, una vez adentro del predio vimos una tercer boletería que decía venta de entradas … y como no está muerto quien pelea fuimos e hicimos la pregunta de rigor … y cual creen que fue la respuesta …

 “Uh justo se libero 1… y en la fila 3 !!!!”  Jeje!! , el esfuerzo había valido la pena y nos dimos gusto de disfrutar en el Rod Laver Arena (la cancha principal del abierto de Australia) al mejor del mundo, en el partido que lo llevaría a la semifinal!!!
 


 Al día siguiente paseamos por Melbourne en el estado de Victoria, una ciudad groseramente cosmopolita, con una mezcla de etnias, razas y ondas digno de ver…. Alquilamos unas bicicletas para movernos entre los puntos importantes e hicimos una larga caminata por la ciudad, perdiéndonos entre grandes avenidas mezcladas con callejuelas góticas peatonales llenas de barcitos y locales (para que se lo imaginen era como una mezcla del barrio gótico de Barcelona, con san telmo y Palermo soho … jaja que mix .. ahora se lo imaginan????), alta onda bohemiona con toques de glam y pinceladas de under trend, en fin… como quedaba poco tiempo antes de que empezara una de las semifinales masculinas, terminamos nuestro recorrido con un rico almuerzo en uno de los tantos barcitos que les contábamos.
 


 

 De mas esta contarles que desde que nos levantamos la misión se llamaba “esta noche entramos como sea!”, así que durante todo el día nos la habíamos pasado preguntando si había entradas para el partido de semifinal de la noche pero todo estaba agotado.
Decidimos mandar esa información al trash y llegamos tempranito al estadio, hicimos puerta y nos pusimos a trabajar hasta que obviamente conseguimos nuevamente nuestras entradas  en la parte baja del estadio para ver a Novak (que dicho sea de paso termino saliendo campeón del torneo) con Andy Murray.


Nos vimos un partidazo de  casi 5 horas que termino 7-5 en el quinto set. Espectacular ¡!!!!!!!!!  La frutilla del postre para nuestro primer Grand Slam en vivo y en directo (nos gusto tanto que seguro no será el último ¡!!!!!). 


Y bueno, tiburones? La te’, delfines? La te’ ballenas? La te’, Djokovic ? Repe .. así que un tilde mas y emprendimos camino hacia la great Ocean Road, en la parte sur de Australia, que según lo que dicen es la carretera mas linda de Australia, suponemos que no debe ser particularmente por el estado de la ruta sino mas bien por los increíbles paisajes que se ven. 

 Llegando a Apollo Bay, y en búsqueda de alguna ruta que fuera un poco mas costera, le pedimos al GPS que nos lleve hasta el faro “Cape Otway”, y dio la casualidad que para llegar ahí atravesamos un parque nacional que estaba repleto de Koalas colgados de todas la ramas que rodeaban la ruta, imperdible!

 Bue, ruta costera no había .. así que de vuelta a cruzar todo el parque nacional para retomar el camino a nuestro destino final, Princetown, donde se encuentra el Marine National Park de los Doce Apóstoles.  Entre nosotros la verdad es que no le teníamos mucha fe al destino… por cada país que pasamos siempre hay un par de piedras grandes, que si no le llaman los monjes, son los apóstoles o algún otro tipo de alegoría   religioso, así cansados y sin mucha fe estacionamos y a Dios gracias que los hicimos porque vivimos unos de los atardecer mas espectaculares de lo que va del viaje, en un marco deslumbrante, unas formaciones rocosas que esta vez sí era enormes y que el tiempo fue desgastando para darles unas formas únicas, rodeadas de acantilados impresionantes.



 Finalmente cayó el sol y volvimos al camino para encontrar algún lugar donde dormir  y ahí no mas,  a metros nuestro se nos cruzo un canguro de un tamaño importante por el medio de la ruta que al conductor le pego un buen susto (aunque la copiloto se puso muy feliz al verlo cruzar por delante nuestro e intercambiar miradas y saludos con el no tan pequeño animalito ¡!!!!!). Nos encantaría darles una foto del momento… pero como se imaginaran fue un poco vertiginosa la aparición... igual después nos cruzamos alguno que otro más, que aunque más pequeño, se los dejamos para retratar el momento.
 Y como 45 días parecen mucho, pero Australia es demasiado grande hubo que replanificar. Estando unas 5 horas al sur de Melbourne, abandonamos nuestra idea de cruzar Australia por el medio del desierto y la cambiamos por empezar por subir por la costa Este con destino final “la gran barrera de coral” unos 3700km de rutas costeras para que se hagan una idea.
Con nuevo destino en el GPS, las coordenadas de la lonely planet nos llevaron hasta Walhalla, un pequeño pueblo histórico en el medio de la montana y eso es literal, horas de laberintos de rutas montañosas y de repente en el medio de la nada y como si fuera un pueblo fantasma pero sostenido en el tiempo aparecen un par de casas, una estación de tren y el infaltable “Billard Saloon”, totalmente reconstruido, se supone, tal y como era en su momento. Fue una de las minas de oro más prominentes de Australia y hoy lo conservan tal como estaba en el siglo 19. 

 Seguimos camino hacia el Lakes District, más precisamente a Ninety Mile Beach  que es en el final del estado de Victoria y donde  existen unas playas naturales  desiertas por las que vale la pena hacer unas lindas caminatas y ver el atardecer… y eso hubiésemos hecho si no fuera por la lluvia que nos sigue a todos lados …parecemos el auto de la nube de los auto locos … en fin, lo bueno fue que a pesar de la terrible tormenta que se levanto esa tardecita/noche nosotros no nos volamos ... cosa que no podemos decir de nuestro pobres vecinos de enfrente que todavía están buscando las estacas de su carpa en la última rama del árbol...
 A la mañana siguiente la ruta nos llevó por Lakes Entrance que es una pequeña ciudad donde se puede apreciar la entrada de una serie de lagos al mar, para después llevarnos a Mallacota una especie de pueblito pesquero que está metido en el medio del Parque Nacional Croajingalong .    Y como decidimos que hasta que no sea zona de blue marlín no pagamos ninguna excursión de pesca, nos fuimos a hacer una caminata por el parque nacional que atraviesa tanto la playa como el rainforest o bosque como prefieran llamarlo. Y las casualidades no existen, pero esta importante caminata de 3hs x el medio de bosque se llamaba Casuarinas…
 


 

Y llego una mañana mas y 600 km mas .. y ya estamos aproximadamente a 1.000Km de los doce apóstoles, a esta altura los días se nos pasan volando y los kilómetros no tanto ... ok, El nuevo destino nos trajo al Boodere National park, por lejos una playa increíble escondida en el medio del bosque … claro que un pequeño detalle… la lluvia, si esa que viene colgada arriba nuestro como disfraz de ducha, nos dio espacio para sacar un par de placas y luego emprender la retirada en busca de algún lugar que tuviera internet para poder ver el pronóstico antes de elegir cual será nuestro próximo destino…
 


 



domingo, 5 de febrero de 2012

Y Nueva Zelanda sigue dando que hablar… Glaciares, cuevas y aguas heladas

Y después de los fiordos salimos en búsqueda de los glaciares. A la mañana siguiente tuvimos que hacer una larga travesía en Aurora (cerca de 600 km hacía el Norte) para tomar “la ruta de los glaciares”.Sobre ella están el Glaciar Fox y el Glaciar Franz Joseph (también conocido como el blue ice). La sorpresa fueron los tremendos paisajes con los que nos encontramos por el camino no pudimos menos que parar y hacernos un rico almuerzo en una de las tantas areas de picnic que exiten por aca.




Increíblemente la mañana de la excursión amaneció no solo sin lluvia sino que además nos dejo volver a ver el sol que hace días había desaparecido, nada mejor para acompañar nuestro trecking de 4 horas y bastante exigente por el glaciar Franz Joseph, varios metros de una linda pendiente algo vertical hasta llegar al glaciar y después la travesía por el medio del Blue Ice.




Una vez en arriba te dan un calzado especial, básicamente una plataforma de metal con pinches que te agarran al suelo para caminar sin matarte sobre el hielo y nos metimos en las pequeñas cuevas y grietas que se forman en el.  La experiencia mas allá de linda fue imponente, ver semejantes paredes de hielo azul y agua corriendo por todos lados.  Un poco frío pero se lleva muy bien, sobre todo cuando venís caminando en subida hace 2hs!!








Seguimos  hacia el Norte  bordeando la costa e hicimos noche en Greysmouth, que está a mitad de camino de nuestro próximo destino,  Golden Bay, una seguidilla de playas y el Abel Tasan National Park. Son lindas playas de aguas muuuuuuy frías  y con poco tiempo en la agenda (si, si el tiempo es tirano hasta cuando estas de sabático… aunque Ud. no crea), dejamos de lado la idea de hacer la travesía en Kayak por la costa  del Parque Nacional, para seguir camino a Picton, donde luego de pasar la noche en el estacionamiento del ferry nos embarcamos nuevamente rumbo a la isla norte para emprender nuestro regreso a Auckland.


Una vez que llegamos a Wellington en la isla Norte, emprendimos el camino bordeando la costa oeste por la que todavía no habíamos pasado. Manejamos un largo tramo por la llamada ruta del surf.
Esta “ruta” se merece un punto y aparte para contarles que no solo de surf no tiene nada, sino que es la costa más rara que habíamos visto hasta hoy. La ruta de surf es algo así como un camino rural que va bordeando una serie de granjas y campos que llegan sembrados o con ganado hasta la orilla de mar, es decir, termina el alambrado, hay un sendero de ripio y pegado a eso un monto de rocas donde rompen las olas… claramente no solo no hay surfers, básicamente no vimos mucho más que varias vacas curiosas.

Así llegamos a llegamos a New Plymouth, una ciudad grande con lindas playas, donde hicimos noche. Todo esto para a la mañana siguiente hacer unos kilómetros hasta el  Egmont National Park donde hay un volcán llamado Monte Taranaki. Llegamos hasta el mirador y lamentablemente estaba nublado, una gran nube cubría todo el volcán… tal como nos había pasado con el Monte Cook, que todavía seguimos buscando… así es que, cabizbajos emprendimos la retirada y en medio de la bajada y camino de vuelta hacia la ruta, se abrió el cielo solo por un par de minutos como para dejarnos verlo y sacarle un par de fotos!



Nuestra próxima parada  fue Waitomo Caves.  Es una cuidad aun más al norte, donde existen 12 Km de cavernas de todo tipo, tamaño y color. Empezamos tranqui por una visita guiada a la caverna que nos pareció más interesante, y seguramente lo hubiese sido aun mas, si hubiéramos entendido la mitad de lo que dijo guía … claro que hablar de eras geologías, de cómo se forman las estalactitas y como se cristalizan los minerales a lo largo del tiempo no era parte del vocabulario de la “Unit 99, lesson 5, audio 3…” de nuestras clases de inglés, con lo cual nos dedicamos a dejarnos deslumbrar y sacar un par de fotos para compartir.






Como parlotear no era para lo que estábamos ahí, nos fuimos directo a un cartel que decía: “black water rafting…”, en otras palabras, una excursión de 4 horas donde te llevan a hacer rafting por el mismísimo medio del laberinto de cavernas. Si, así como lo escuchan, te metes adentro de la montana, completamente oscuro, todo equipado con traje de neopreno, cascos y linternas.


Antes de empezar a bajar a la caverna te dan una cubierta de auto, que es sobre lo que vas flotando mientras serpenteas el rio subterráneo de la caverna. Los tipos te van guiando, en algunas partes hacen que todos apaguen las luces para ver una especie de bichos de luz que viven dentro de las cavernas y en otras, cascos con luces encendidas para ir avanzando en el medio de cavernas oscuras y llenas de rocas y estalactitas.


Que les podemos decir … el agua estaba helada, pero helada, helada, helada….el mar de Reñaca es el Caribe al lado de esto … y en muchos tramos tenes que caminar por el río subterráneo porque no da la profundidad para dejarte llevar por la corriente, pero la sensación y los paisajes son simplemente impresionantes.  Digno de ver, un silencio absoluto que solo quiebra el ruido de la corriente que te va llevando, a oscuras, y entre miles de estalactitas… realmente sorprendente.

Así llegamos a Auckland, nuestro último destino  en  estas tierras Maoríes.

Una linda ciudad, ordenadísima como todo el país. En el centro existe una torre altísima, de donde se  puede ver  toda la ciudad y sus alrededores  y  lo más lindo para ver y visitar  es su waterfront  (una seguidilla de ramblas y muelles con muchos restaurantes y bares) donde disfrutamos de un rico almuerzo.





Y así, sin darnos cuenta se terminaron nuestros 21 días en nueva Zelanda… habiendo recorrido en Aurora 4692 largos kilómetros que se pasaron rapidísimo ¡!!!!  


 
En resumen, un país sorprendente, no solo por sus paisajes y como varían de una isla a la otra, sino también por el aprovechamiento y el cuidado que tienen de la naturaleza, el orden, lo fácil que es la vida del turista por la cantidad de información con la que contas en todos lados sobre todo lo que se puede hacer, ver y dónde ir. La calidad de los lugares y los campings, el excelente estado de las rutas (donde no pagamos ni un peaje !!!!)  y la amabilidad  de la gente.  Mas que súper recomendable  para venir a hacer turismo (creemos que solo en verano porque en invierno debe hacer un frío terrible !!!!), y si tienen un mes mucho mejor porque podés recorrer todo el país tranquilo y sin dudas que la mejor forma es alquilando una casa rodante  para disfrutar de la naturaleza en su totalidad. 
 

jueves, 2 de febrero de 2012

A pura lluvia entre Ballenas, Rafting y algo más……

La ultima vez los habíamos dejado subiéndonos al Ferry que conecta la isla norte con la sur, lo que no les llegamos a contar es que ese ferry es algo digno de ver! Tenes para elegir el sector para dormir o bien el sector para familias con plaza blanda para los mas chicos, pelotero y juegos para los que le siguen y un salón especial lleno de cunas por si viajas con bebes. Una sala de cine, y confiterías varias… Todo esto acompañado de un paisaje inigualable en medio de canales rodeados de montañas altísimas, o entre fiordos como prefieran llamarlo, es el camino que nos llevo con destino final Picton..

Desde ahí arrancamos nuestra aventura en la isla sur por la costa este, donde  pasamos por Bleheim, una pequeña ciudad rodeada de viñedos y desde allí empezamos a bajar bordeando la costa con paisajes increíblemente lindos de acantilados y mar azul, hasta llegar a Kaikoura donde pasamos la noche.


A la mañana siguiente nos embarcamos en un tour para hacer el avistaje de  ballenas y delfines.

  En palabras simples: fue algo espectacular de ver! las ballenas están en una especie de canal que hay a un par de kilómetros de la costa y permanecen ahí todo el año. Cada 40 ó 50 minutos salen a respirar (por aproximadamente 5 minutos) estando a metros de las embarcaciones para luego volver a sumergirse sin antes regalar la clásica foto de sus aletas traseras como entregando  una especie de saludo final antes de cerrar el telón de semejante espectáculo. 

Y obviamente por qué lugar del barco creen que emergió la ballena para dejarse ver … siiiii acá les mandamos la foto en primera plana!! Como verán nuestro  angelito sigue trabajando!


El siguiente destino fue Christchurch  que es una de las ciudades más grandes de la isla que fue literalmente destruida por el terremoto a fines del año pasado. Si si…otro terremoto … pero en este caso la ciudad estaba como en estado de sitio, el centro directamente vallado y no se puede acceder, y edificios medio en pie, medio caídos por todos lado … nos sorprendió mucho ... parecía que el terremoto había sido la noche anterior… todo quedo tal cual quedo hace 3 meses atrás… lamentablemente no podemos contar mucho ya que toda la parte antigua de la ciudad que se supone es la mas interesante de ver aun está esperando ser reconstruida. 


La lonely planet nos había recomendado pasar por Akaroa, y si bien nos teníamos que desviar demasiado, ha último momento decidimos ir y la verdad que  nos sorprendió mas que gratamente.  Es una pequeña ciudad costera  a la que llegaron los franceses  y donde todavía  viven muchos de sus descendientes.  Conserva toda su cultura y  es increíblemente linda, con un pintoresco puerto  y todo el centro de la ciudad bordeando el lago,  especial para ser caminada con un día de sol como el que nos tocó.




Después de un cambio de planes en el itinerario planeado, dejamos la costa y nos metimos hacia el medio del continente  para ir hasta el Parque Nacional Monte Cook (Un pie de página, para contarles que estamos impresionados de todos los lugares que descubrió Cook, desde que llegamos a la polinesia hasta hoy no hay bahía que pisemos que no la haya descubierto Cook y por ende es innumerable la cantidad de montes, bahías, ciudades y calles que llevan sus nombres por estos lados … la verdad es que a nosotros no nos hubiera molestado ni un poco tener el trabajo de Cook y andar descubriendo lugares tan paradisiacos como estos…).

En fin, volvamos al monte Cook. Hicimos varios Km de camino de montaña, donde nos iban apareciendo cada vez lagos mas grandes, mas turquesas y mas deslumbrantes, aunque la lluvia nos comenzó a acompañar por todos lados hasta que ya no pudimos ver ni los lagos que teníamos en frente y ni que hablar de la cima nevada Monte Cook … todavía la estamos buscando!!!!. Y como al mal tiempo buena cara, All-inisticamente destapamos un champagne y lo acompañamos de unos spagetti bolognesa memorables!



Párrafo aparte para contarles la vida de camping, ir de ciudad en ciudad, llegar, buscar un  lugar, dormir cada noche en lugar diferente, conectarnos a la luz eléctrica y cocinarnos nuestras cenas y desayunos, armar, hacer, deshacer y desarmar la cama todos los días … Ya hasta casi nos declaramos expertos en el tema, la parte rara viene cuando te levantas medio dormido y salís corriendo al baño porque no llegas y tenes varios metros hasta donde sea que queda y que buena esa pregunta .. dónde queda??!! Ah, para allá.. y ahí corregís rumbo a pasos cada vez mas rápidos y te empezas a cruzar con un montón de gente que nunca viste en tu vida y que en pijama te dicen Morning.. si si te saludan y en ingles mientras vos estas desesperadamente buscando el baño con los ojos llenos de lagañas… y llegas, abrís la puerta y … y está lleno!! Si, más gente en pijama que te mira y te saluda mientras se lava los dientes … en fin..

Con la compañía de la lluvia seguimos bajando hacia el sur de la isla hasta llegar a Queenstown, otra de las principales ciudades, conocida por la cantidad de deportes extremos que se practican. Entre ellos está el Bungge Jumping más alto del mundo (desde un puente a 141 metros sobre un rio) el cual obviamente descartamos (no sea cosa que se nos acabe el viaje ahora !!!) para  optar por el jetboat, que es básicamente subir a una lancha súper rápida donde el piloto navega a una alta velocidad por un canon mas que angosto pasando fino a todo lo que hay cerca, incluyendo giros de 360 grados a toda velocidad.  Realmente mucha adrenalina  durante 30 minutos  que valieron la pena.









Queenstown esta levantada a orillas del lago wakatipu y rodeada de  pequeñas montanas que la hacen muy pintoresca. Tiene muchos centros de esquí cercanos, con un pequeño puerto con bares y peatonales que la rodean  que la hacen muy simpática para los turistas.


Siguiendo hacia el sudoeste (y lo más al sur de la isla que estuvimos) llegamos a Te Anau que es una pequeña villa de donde salen las excursiones para conocer los fiordos que dan contra el Mar de Tasman: el Milford Sound  y  el Doubtful Sound.  Si bien este último es el que está más lejos, también dicen que es el más lindo  por lo cual a donde creen que fuimos …. Y si, a las 8am estábamos listos en el medio de la calle esperando que nos pasen a buscar rumbo al Doubtful Sound.   El pequeño problema fue que la lluvia que nos vino acompañando todo el camino, la noche anterior se convirtió en nevada sobre las montanas… sin palabras … nevada en pleno verano…  El guía de la excursión  nos comentó que no era muy común que nevara del verano y que si bien el día estaba muy nublado íbamos a poder disfrutar de todos los picos nevados y las cataratas que se forman por todas partes.

Y así fue,  la excursión comenzó visitando una central eléctrica subterránea  que está a 240 metros bajo tierra. Es la que abastece el 15 % de la electricidad de toda Nueva Zelanda y sinceramente es una obra de ingeniería increíble, te metes oscuro y estrecho por un túnel que se va hundiendo en la montaña hasta llegar a una especie de cueva donde traspasas una puerta y te encontras terrible sala de maquinas donde te explican como utilizan la corriente de agua  subterránea para la  generación de electricidad. 

Después de tomarnos el segundo colectivo para atravesar otra parte de continente nos subimos al barco con el que recorrimos los 40 kilómetros del fiordo hasta llegar al Mar de Tasman.  


Es difícil describir lo lindo que son los paisajes de las montanas con infinidad de cataratas de agua que se producían por la lluvia y la nevada de la noche anterior.    La vegetación tupida de estos lugares, casi asemejándose a una selva,  es maravillosa (todo está dentro del  Fiorland National Park).   




Un par de horas mas tarde, estábamos de regreso en nuestra casa con ruedas, pasado por agua, pero listos para emprender al día siguiente nuestro camino al próximo destino.